viernes, 12 de junio de 2015

TIEMPO DE LIGHTS

                  Por: Javier Sánchez Valenzuela
 
       El verano está prácticamente aquí. Por todos lados vemos  gente con pantalones cortos, camisetas, lentes obscuros, chanclas “horca pollos” y, por supuesto, una cerveza en la mano. Por otro lado, las carnes asadas en los jardines de las casas están a la orden del día y esto implica necesariamente contar con una hielera rebosante de botellas o botes a punto de congelación a tal grado que arriesgamos la integridad física de nuestra mano si la mantenemos más de unos segundos dentro buscando “la más helada”. Al final de la osada inmersión nuestras uñas están moradas y nuestro corazón contento porque logramos nuestro objetivo. Eso es felicidad.
      El objetivo es claro: hay que refrescarse a como dé lugar. Hay que prender “la refri interna” que nos permita soportar la realidad térmica que nos envuelve. El único problema es que esa “refri interna” funciona solamente mientras permanezcamos tomando algo helado, en el momento que se acaban las gélidas reservas de cerveza cunde el pánico y es entonces cuando se instala velozmente una comisión especial de voluntarios que caminan unos metros hasta la sub agencia más cercana para reabastecerse. ¡Uff! ¡Qué susto! Afortunadamente no pasó a mayores y podemos seguir peleando valientemente contra el calor.
      La cerveza light no integra un estilo por sí misma, es una adecuación que nuestros vecinos del norte hicieron. Los cerveceros gringos, que no son nada tontos, detectaron que con la cerveza lager regular, algunas personas se “llenaban” rápidamente y dejaban de tomar. Con esto en mente a Miller se les ocurrió elaborar una cerveza que fuera menos “llenona”, que permitiera que la gente pudiera ingerir un mayor volumen antes de decir “basta, no me cabe una más”. Fue así como crearon la célebre cerveza MILLER LITE. Fue tal su éxito que en menos de lo que se enfría un bote, la competencia ya estaba encima copiándoles el concepto. En nuestros días es casi imposible encontrar una marca de cerveza lager que no tenga una versión ligera. En el viejo continente, de donde heredamos los estilos de cerveza no conocían la cerveza light, cuando mucho llegan al estilo llamado Mild, muy popular en los pubs Gran Bretaña.
      Creo que vale la pena darle una mirada más cercana a este estilo de cerveza que, entre otras cosas, constituye el estilo de mayor volumen de venta en el mundo entero. Lo primero que tendría que comentarles es que en los diferentes países no se terminan de poner de acuerdo en los detalles que hacen Light a una cerveza Light. En Estados Unidos solía describirse como una cerveza baja en calorías y con sabor, olor y color ligeros. Pero eso ha cambiado.
Las cervezas Light  -en efecto- tienden a tener menos alcohol que una cerveza Lager normal, tienen entre 3.1 y 4.1% APV. No obstante actualmente podemos encontrar algunas que superan el 5% APV. Igualmente una cerveza Lager regular tiene más de 155 calorías por cada 12 onzas, mientras que la Light rondan las 100 calorías. Sin embargo en la actualidad podemos encontrar algunas que tienen 55 calorías. Se decía que tenían muy poco sabor y olor, pero si nos tomamos una Samuel Adams Light notaremos que eso no es cierto.
      La cerveza light es un invento de nuestro vecinos del norte. Los europeos nunca se habían preocupado por aligerar una cerveza y a lo más que llagaban era a tener sus estilos “Mild”. No obstante la cerveza Light ha ganado adeptos en Europa, sobre todo entre los consumidores de edad media. Lo interesantes es que en los últimos dos años esta tendencia de crecimiento ha disminuido empujada principalmente por los consumidores jóvenes que está recuperando su interés por las recetas tradicionales.
Hay dos formas de fabricar una cerveza Light. La primera consiste en un proceso en el que se utilizan enzimas  y maltas especiales que aligeran el cuerpo del producto terminado y eliminan prematuramente la fermentación para que el volumen de alcohol sea menor.  La segunda consiste en ponerle más agua a una lager regular, así de fácil.  Por supuesto que el primero de los caminos resulta más laborioso y por lo tanto más costoso, sin embargo esto no se refleja en el precio, ya que el volumen de venta de las cervezas Light es tan alto que permite mantener los precios al nivel de una lager regular en la mayoría de los casos.
      La variedad de cerveza Light que podemos encontrar en cualquier parte es muy amplia. Si alguien quiere tomarse una cerveza de este estilo no tendrá el menor problema para encontrarla. Los refrigeradores de las tiendas de cualquier ciudad y pueblo están testas de ellas. Aun aquellas personas que quieren mantenerse en línea tiene opciones de sabores, colores olores, texturas y hasta niveles de alcohol, así que se vale explorar
      ¿Tu probaste alguna cerveza nueva esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Paz y Trabajo para todos.

5 comentarios: