viernes, 14 de octubre de 2011

ANTES DE TOMARTE UNA CERVEZA...

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Recientemente mi buen amigo Miguel Fimbres, excelente catador de vinos y amante de la buena cerveza, me hizo el favor de hacerme llegar un artículo por demás interesante titulado “La Peor Cerveza del Mundo(http://gothamist.com/2011/10/12/garrett_oliver.php) donde el maestro cervecero Garret Oliver de la Brooklyn Brewery  expone algunas muy interesantes opiniones sobre la cerveza. Este artículo me puso a pensar a cerca de algo que muchos de nosotros damos por sentado y que, finalmente, es la base para poder determinar si estamos tomando una cerveza  buena, mala o regular. Generalmente abrimos la botella o nos sirven el vaso y sin más trámite le damos mate.tramite﷽﷽ mate sin mvez en cuando ser sirven el vaso y sin mdamos por hecho y que, finalmente, es la base para poder determinar.
Creo que al menos de vez en cuando deberíamos de darle oportunidad a cada cerveza de expresarse y de decirnos qué tiene para ofrecernos.
Bueno, pero ¿y qué tanto podemos hacer entre la servida y la engullida de la cerveza? Qué les parece si repasamos de manera muy general lo que es conveniente hacer cuando queremos degustar una cerveza. No nos llevará mucho tiempo.
Lo primero que quiero decirles es que degustar una cerveza es básicamente el mismo proceso que inconcientemente seguimos cuando vamos a llevarnos algo a la boca, lo que sea, comida o bebida, incluyendo un simple vaso de agua. Esta rutina -sin nosotros saberlo- seguramente nos ha salvado la vida en varias ocasiones ya que nos ha ayudado a distinguir entre algo que está en mal estado y lo que es seguro de comer. La rutina es muy simple
OLER. Antes que otra cosa permíteme darte un gran consejo: nunca trates de catar una cerveza que esta extremadamente fría, eso solamente inhibirá su aroma y su sabor. Deja que se caliente un poquito (entre 4 y 8 grados centígrados) para que suelte todos sus atributos. Lo más recomendable antes de cualquier otra cosa es oler la cerveza que te acabas de servir, ya que en algunas de ellas hay aromas que son muy volátiles y permanecen solamente por uno o dos minutos. No hagas inhalaciones muy largas que solamente resecarán y saturarán tus receptores, por el contrario da pequeñas y lentas aspiraciones, esto resulta muy útil para detectar sutilezas en el aroma de la bebida y, lo que es muy importante, te da tiempo de echar mano de tu “banco de recuerdos” olfativos que te conectan con lugares en los que has estado o vivencias que has tenido; un jardín, una fruta, la cocina de tu abuelita, los chicles que comías en la primaria, etc.
VER. Una vez que terminaste de oler todo lo que te ofrece la cerveza que tienes en tu mano y fijarte en su color, en su transparencia o turbiedad, en su espuma en su cuerpo. Si una cerveza no es clara y trasparente, antes de regresársela a quien te la dio recuerda que hay muchos estilos de cerveza, existen algunas que son turbias, rojas, cafés, amarillas y algunas casi blancas, incluso hay algunas con poca espuma. Muchas cervezas artesanales no están filtradas ni pasteurizadas lo que les puede dar un color extraño. Ver una cerveza también te adelanta la experiencia que estás a punto de vivir al tomarla.
PROBAR. De entradas no des un gran trago, recuerda que estamos tratando de catar la cerveza y un gran trago solamente saturaría nuestra lengua privándonos de conocer los detalles del sabor. Dale un pequeño sorbo y permite que la cerveza se distribuya por tu lengua antes de tragarla. De nuevo recurre a tus recuerdos. Pon atención en los detalles como la dulzura, la acidez y la amargura del líquido. ¿Cómo sientes el sabor? ¿aguado? ¿denso? ¿pastoso? ¿pesado? ¿lechoso? y que puedes encontrar sobre su carbonatación ¿es cremosa?¿es chispeante?¿escaza?
RETROPRUEBA: Dale un trago más grande y después de tragarlo espera a que el aroma se regrese o fuerza un  poco para que esto suceda. Esto permite captar los aromas de forma diferente ya que, según los conocedores del tema son captados por neuronas llamadas retronasales que a través de los tejidos blandos de la parte posterior de la lengua nos dan una nueva perspectiva del sabor unido al aroma. 
ANOTAR: Finalmente si eres lo suficientemente cuidadoso te recomiendo que hagas anotaciones que poco a poco irán conformando tu archivo privado de cervezas.
A lo largo de nuestra vida nos hemos acostumbrado a tomar cervezas que no dan mucho de que hablar. Sus atributos están tan estandarizados y son tan similares entre las diferentes marcas que muchos piensan que la cerveza es aburrida y que solamente sirve para emborracharse. Esto debe cambiar. Esto no fue así durante cientos de años. El siglo XX nos masificó de tal forma que la parte artesanal de las cervezas fue casi anulado para darle paso a procedimientos estrictamente científicos, técnicamente perfectos y al mismo tiempo brutalmente inhumanos. Nos han hecho creer que la fabricación de cerveza debe ser una ciencia exacta cuando en realidad durante toda la historia de la civilización humana no fue de esa manera. La cerveza es esencialmente producto de la creatividad humana y, por lo tanto, tiene miles de variantes que es lo que la hacen tan fascinante. Démosle de nuevo a nuestros sentidos la posibilidad de recuperar su capacidad de asombro.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.

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